‘3 días’ se erige como un portentoso debut lleno de pulso, estilo e inteligencia. Se te clavará en la retina y, seguramente, dará mucho que hablar.

‘3 días’, la ópera prima del cordobés F. Javier Gutiérrez, es una estimulante película de suspense con toques de terror y de ciencia ficción. Un OVNI en la selección oficial que si se presentara a concurso en el Festival de Cine Fantástico de Sitges seguramente se llevaría algún premiazo. En su pase de prensa gustó mucho después de su pase triunfal por la Berlinale.

Un caluroso día en algún lugar de la provincia de Sevilla. Las teles funcionan mal. Las radios también. Alejandro (Víctor Clavijo) mata las horas entre botellines de cerveza. Su madre hace buñuelos. Salta la tragedia: un meteorito va a colisionar con la tierra en tres días sin atisbo de esperanza para la raza humana. Es el fin.

Lo que en manos de Hollywood (Deep Impact, Armaggedon…) se convierte en una orgía de efectos especiales sin más transcendencia que la de ver como el pedruño destruye Nueva York, en manos de este talentoso director la premisa es la excusa para contar un cuento moderno donde un personaje se encuentra a sí mismo justo antes del Apocalipsis. Ni más ni menos.

A caballo entre ‘No es país para viejos’ por su estética, Hitchcock por sus giros argumentales, con espeluznantes guiños a clásicos del cine de terror e inmensas interpretaciones (Eduard Fernández, TERRIBLE), ‘3 días’ se erige como un portentoso debut lleno de pulso, estilo e inteligencia. Se te clavará en la retina y, seguramente, dará mucho que hablar.

(Mientras escribo esto escucho los gritos de histeria en el Teatro Cervantes. El ‘efecto Duque’, sospecho)
(Increíble)

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